
¿Confías en los datos? ¿muestran la realidad? ¿piensas que los demás se creen los indicadores que aportas?
En la actualidad se sufre de sobreinformación lo que provoca al menos dos hechos:
1) los receptores de la información, de los datos, no prestan atención, se intenta focalizar su atención hacia todos los frentes (es decir no existe foco).
2) los emisores siempre encuentran el dato, el indicador que les muestre la realidad que ellos quieren ver o les interesa.
Este razonamiento anterior se ve en muchos ámbitos cotidianos, por ejemplo, en política, sobre un mismo hecho según el lado desde donde se mira siempre se encuentra el indicador que te da la razón, cada principio de mes en el tema del desempleo el gobierno encuentra un dato que le favorece y la oposición otro dato que contradice al anterior… Y en los receptores se genera incredulidad!!!
Ahora os invito a hacer esta misma reflexión en vuestro ámbito profesional, ¿los indicadores que manejáis os guían en el buen camino? ¿quién conoce estos indicadores?
Si se quiere que los integrantes de una compañía estén alineados hacia la consecución de unos objetivos globales, parece lógico intentar llevar la estrategia hasta el nivel de la acción y que un paso necesario es definir unos buenos indicadores.
Entonces es entendible que debemos invertir todo el tiempo necesario en elegir los indicadores adecuados, y lo importante que es hacer un buen despliegue de cuadro de mandos, a partir de la cuenta de resultados hasta llegar a unos indicadores para el núcleo operativo.
Y aquí es cuando llega la palabra transparencia, porque se necesita poner un indicador que motive, represente y guie a cada área de la organización, y cuanto más claro y entendible sean estos indicadores mejores resultados se obtendrán y más implicada estará la organización.
Esto es solo una parte del Sistema de Gestión Lean!
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