
Verónica Aranda es Directora de Organización de Operaciones en Mahou-San Miguel, compañía líder en el sector cervecero en España con fuerte presencia internacional en más de 70 países.
Verónica es Ingeniera en Organización Industrial, PDD por el IESE y Maestra cervecera por la UPM, aunque comenzó su carrera profesional en el desarrollo de sistemas de mejora continua en automoción más tarde se incorporó al sector de la alimentación y bebidas. Su propósito en el trabajo es desarrollar una cultura que refleje los valores la organización, donde las personas son el motor de la compañía.

¿Puedes explicar en pocas líneas a qué se dedica tu compañía?
Somos una Compañía familiar 100% española, líder del sector cervecero en nuestro país con una cuota de producción de más del 32%. Disponemos de 10 centros de elaboración de cerveza –ocho en España y dos en EEUU–, cuatro manantiales de agua con sus plantas de envasado y un equipo de cerca de 4.000 profesionales.
Contamos con más de 130 años de historia, que comienzan con el nacimiento de Mahou en 1890. En 2000, Mahou adquiere San Miguel. En 2004, incorporamos la marca canaria Reina y, en 2007, Cervezas Alhambra; y en 2019 nos convertimos en socio mayoritario de las craft norteamericanas Founders y Avery.
Durante la última década, hemos diversificado nuestro negocio con la compra en 2011 de Solán de Cabras y la entrada en nuevas categorías como la cider en 2020.
Poseemos un amplio portafolio de cervezas nacionales y también tenemos una variada gama de cervezas internacionales y marcas de agua. La internacionalización es, además, uno de nuestros ejes estratégicos para el desarrollo del negocio y producimos más del 70% de la cerveza española que se consume fuera de España, estando presentes en más de 70 países.
Miramos al futuro y a la sostenibilidad y, por ello, nuestro propósito es crear momentos de unión y conexión para mejorar la vida de las personas y de nuestro planeta.
¿Qué hace a Mahou-San Miguel especial, en el mercado y para trabajar en ella?
Como comentaba, somos líderes en el sector cervecero en nuestro país y como líderes impulsamos la innovación y la sostenibilidad con productos diferenciales que aportan valor a la categoría de cerveza, a nuestros distribuidores, y, por supuesto, a nuestros clientes.
Nuestra familia de productos está formada por más de 71 marcas nacionales e internacionales de máxima calidad y muestra de ello es que somos la compañía más premiada en certámenes cerveceros.
Además, según el último ranking global Merco Empresas y Líderes monitor que evalúa anualmente la reputación de compañías, líderes e instituciones en España y Latinoamérica, somos la cervecera con mejor reputación de España, estando en la posición 13 del ranking global. Asimismo, según el último informe de dicho monitor con respecto a la Responsabilidad ESG en España, somos la compañía más responsable y sostenible de Alimentación y Bebidas, estando en la posición 7 del ranking global.
Esto es solo una muestra de lo orgullosos que nos sentimos el equipo de casi 4.000 profesionales que formamos Mahou San Miguel. Una compañía llena de oportunidades, con unos valores y cultura que sitúa a las personas en el centro de las decisiones que se toman, somos una FAMILIA, y esto genera un sentimiento de pertenencia muy potente en todos nosotros.
¿En qué momento y por qué decidís que necesitáis introducir cambios y por qué la optáis por la mejora continua?
En 2004, tras la unión de Mahou con San Miguel, se identifica, en el área Industrial, la necesidad de generar una metodología de trabajo común a todos los centros de producción que garantizase, como base de la mejora continua, una buena comunicación. A partir de ese momento, cada nueva compañía que se ha incorporado a Mahou San Miguel (Alhambra, Solán de Cabras, Founders, etc.) ha podido integrarse de forma más ágil, gracias a esta metodología común y compartida por todos.
¿Qué fue lo que te atrajo sobre de SGS Productivity by Leansis?
En 2015 decidimos evolucionar el sistema de mejora que teníamos definido hasta la fecha y nos apoyamos en los profesionales de Leansis por su amplia experiencia en el sector de la alimentación y bebidas, y porque su visión de la mejora continua encajaba muy bien con la cultura de Mahou San Miguel.
«Una de las claves del éxito ha sido contar con un equipo de Organización muy involucrado y proactivo que lleva en su ADN la mejora continua»
¿Podrías explicarnos cómo fue el proceso de implementación, qué es lo que ha funcionado mejor y lo que más os está costando?
Cualquier proceso de cambio sabemos que es complejo en sí mismo, pero a través de una buena formación y comunicación, explicando el “para qué” de cada fase y flexibilizando los aspectos que sean necesarios para adaptarlo a las necesidades de cada equipo, hemos conseguido un grado de madurez muy satisfactorio, y una buena base sobre la cual podemos seguir construyendo y evolucionando nuestra cultura.
Precisamente esto último, el saber en qué podemos ser más flexibles y en qué no, ha sido lo más complejo, porque se trata de facilitar la implementación, atendiendo a las necesidades de cada equipo, pero sin perder el foco de nuestro objetivo.
En cada paso que hemos ido dando, hemos mantenido siempre los fundamentos y hemos trabajado desde ellos para ir adaptando la metodología a las diferentes necesidades de las áreas de servicios. La pregunta clave que nos hemos hecho en la extensión de las herramientas es “¿El objetivo de la metodología a implantar nos acerca a la cultura de trabajo que queremos en Mahou San Miguel?
En cuanto a la clave del éxito en la implementación de la mejora continua, ¿pensabas al principio que sería esa?
En mi opinión, son dos los factores clave. En primer lugar, el apoyo de la dirección de cada Centro y Área es clave, a través ejercicios como el GEMBA o participando activamente en la revisión de avance de los equipos en el ámbito de la mejora continua. Para esto último, utilizamos una matriz de madurez que les ayuda a definir planes de acción para evolucionar en sus formas de trabajo. En segundo lugar, contar con un equipo de Organización muy involucrado y proactivo, que lleva en su ADN la mejora continua y que escucha proactivamente a nuestros clientes internos para entender sus necesidades y ayudarles en este camino.
¿Cuál ha sido el impacto en tu compañía, en qué áreas o procesos está teniendo más relevancia?
Tal y como os decía, En Mahou San Miguel comenzamos a trabajar con Lean en el área Industrial y, tras años de experiencia y buenos resultados, apostamos por extender los fundamentos y principales herramientas al resto de áreas de la Compañía, en los que los procesos transaccionales, “el desperdicio” es, en muchas ocasiones, invisible, por lo que resulta muy útil la aplicación de la filosofía y herramientas Lean.
El impacto es muy evidente en la mejora de la comunicación, en la autonomía de los equipos y en la cultura de la medición y seguimiento. Esto ha hecho que adoptemos correctamente los fundamentos, se entiendan y se compartan por la gran mayoría de los profesionales de la organización. De este modo, hemos ido construyendo nuestra propia forma de hacer, la que nos lleva a mejorar día a día, y a hacer sostenibles las mejoras disruptivas. Sin duda, este es el impacto más relevante, la sostenibilidad de los impactos cuantitativos y cualitativos que los equipos han ido consiguiendo.
La digitalización está en muchos aspectos de nuestra vida, ha cambiado cómo nos relacionamos, cómo compramos,… ¿qué crees que están aportando a la industria? ¿En tu opinión hay alguna innovación tecnológica que ha sido realmente una verdadera revolución para la industria 4.0?
Lo que creo que ha habido es una evolución tecnológica tremenda, que nos permite tener acceso a soluciones diferenciales a las que antes no teníamos acceso del mismo modo. Lo que debe ser una revolución es la forma de trabajar, aplicando nuevas formas de hacer las cosas con estas nuevas tecnologías. No tiene sentido aplicarlas por sí mismas, sin un “para qué” vinculado a la eficiencia, a la calidad, al nivel de servicio… O a cualquier otro objetivo estratégico de cada compañía.
En nuestro caso, la innovación y la digitalización forman parte de la evolución lógica de nuestra Compañía. Por ello, trabajamos para ser pioneros en herramientas para dar un valor añadido a nuestros clientes.
En el área industrial, nuestra espina dorsal en la digitalización es nuestro sistema MES apoyado por QLIK como Business Intelligence, que nos ha ayudado, diferencialmente, a trabajar la mejora desde la realidad de los datos que son recogidos en tiempo real para poder hacer análisis y tomar decisiones en un corto espacio de tiempo.
Dice un chiste de Silicon Valley que en las fábricas del futuro habrá solo dos empleados: una persona y un perro. La persona va a estar allí para darle de comer al perro y el perro para cuidar la fábrica» ¿Cuál es tu visión de la industria del futuro?
Las personas son imprescindibles y, claramente, lo que ya nos permite la tecnología es que las personas trabajen en tareas de mayor valor añadido y mayor responsabilidad, y, por lo tanto, contribuir a mejorar los resultados y los procesos en los que trabajan.
¿Qué le dirías a tu yo de 18 años desde un punto de vista de su carrera profesional o aprendizaje vital?
En ocasiones, un exceso de exigencia en la perfección de lo que haces no aporta mejores resultados, debemos aprender a gestionar mejor nuestros propios recursos y disfrutar más del camino y de las personas que nos encontramos en él.
¿Hubo un punto de inflexión en tu carrera profesional, ese momento en el que todo encaja y en el que te das cuenta de que ahí es donde estaría tu desarrollo profesional?
En mi caso no considero que haya habido un punto de inflexión claro. Creo que mi carrera profesional ha ido cumpliendo etapas y evolucionando progresivamente. Cada rol que he ido desarrollando he tratado de hacerlo lo mejor posible, equivocándome, acertando, aprendiendo… y, sobre todo, adaptándome.
¿Qué le dirías a una chica joven que está pensando en su futuro profesional? ¿Cómo la convencerías de que la industria, el gran desconocido, puede ser también un sector estupendo para trabajar?
Sinceramente, creo que el sector industrial está lleno de oportunidades, tanto para desarrollarte desde un punto de vista técnico como de gestión de personas, ya que suele ser el área de las empresas que producen bienes con mayor número de personas trabajando en ella. Por esta razón, se necesitan perfiles muy completos y multidisciplinares, que hacen que desarrolles diferentes facetas. Para mí, este es el gran atractivo, además de estar claramente vinculado a la cadena de valor de una forma muy tangible, próximo al producto y, por tanto, al cliente.
Y lo mejor, sin duda, es poder compartir aprendizajes con otros profesionales. El área de Operaciones suele “enganchar” y encuentras a profesionales con una gran experiencia que comparten contigo, ayudándote, generosamente, en tu desarrollo.
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